Es tiempo de salir.

El buen samaritano refleja la actitud de disponibilidad, que nace del interior de la persona y lo moviliza para ayudar al que se encuentra en el camino sin importarle su procedencia.

Salir de uno mismo para ir al encuentro del otro y de los otros. Mantener una actitud proactiva y una mirada agradecida por lo que la vida nos regala día a día.