
Herederos
de un tesoro
compartido
Este año, nuestro colegio se inspira en un lema muy especial: “Herederos de un tesoro compartido”. Esta frase nos recuerda que formamos parte de algo valioso, un legado que hemos recibido y que debemos preservar y transmitir. Ese tesoro no es otro que los valores y enseñanzas de San Faustino Míguez, quien dedicó su vida a educar y guiar a niños y jóvenes.
A través de este lema, queremos resaltar que todos pertenecemos a una gran familia: la familia calasancia, cimentada en el respeto, la solidaridad, la esperanza y la fe. Estos valores son el tesoro que hemos recibido y que ahora tenemos la misión de fortalecer, tanto en nuestras aulas como en nuestros hogares.
Durante este año, trabajaremos juntos para que los niños y niñas comprendan la importancia de compartir y vivir estos valores. Más allá del aprendizaje académico, buscamos que sean personas amables, solidarias y dispuestas a ayudar, siguiendo el ejemplo de San Faustino, quien nos enseñó a ser luz en el camino de los demás.
Este tesoro se manifiesta en cada rincón de nuestro colegio: en el cariño con el que los docentes enseñan, en el esfuerzo de cada estudiante, en las sonrisas compartidas y en el apoyo mutuo. Nos pertenece a todos y es nuestra responsabilidad seguir cuidándolo y difundiéndolo.
Este año será una oportunidad para fortalecer nuestros lazos, crecer como comunidad y reafirmar nuestro sentido de pertenencia. Al final del camino, el verdadero tesoro no es material, sino el amor, la fe y la esperanza que compartimos y que nos hacen mejores personas.
¡Bienvenidos a un nuevo año escolar, en el que juntos seguiremos aprendiendo, creciendo y compartiendo este valioso tesoro!