¿Qué damos?
El lema de este año es una clara invitación a encontrarnos y desde ese encuentro abrirnos a un mundo lleno de oportunidades.
Es tiempo de compartir, de transformarnos, de comprometernos y de celebrar, tomando conciencia de que somos y crecemos en comunidad.
Este nuevo ciclo que comienza nos convoca a transitarlo desde la sencillez, la fraternidad y el amor.
En palabras de San Faustino Míguez un buen corazón prefiere dar a recibir, que seamos capaces de dar lo mejor de nosotros mismos poniendo nuestras manos y corazón al servicio de los demás.